01 mayo 2013


¿SABEMOS VIVIR?

Lo cierto y evidente es que vivimos. Pero la pregunta es: ¿disfrutamos de nuestra vida?. Creo que para disfrutar ENTERAMENTE de nuestra vida tenemos que llegar a considerarla un arte antes que una ciencia, es decir, amar su belleza y su milagro, aunque la ciencia sea necesaria para aprender a convertirla en un arte que aprecie esa belleza. Viene a mi memoria el tío Vicente que allá en el pueblo de mi madre, muy cerca ya de los cien años, representaba una compañía encantadora, por su profunda sabiduría de vida, con palabras sencillas, pero repletas de vida. No tenía coche, ni ordenador, ni teléfono, ni electrodomésticos, ni había tenido nunca un sueldo fijo, pero con todo y con eso habían levantado, él y la tía Teodora, puro milagro de la vida, una familia de cinco hijos, todos ellos buenas personas.
   Tal vez pensando en él, tal vez pensando en lo que de veras nos hace felices, se me ha ocurrido escribir esto:
   "Haciendo aquello que amamos, potenciamos nuestro amor y nuestra energía. Haciendo lo que nos "im-ponemos" (nos ponemos dentro, desde nuestras ideas de lo "que debe ser"), lo que "tenemos que" hacer lo que conseguimos la mayor parte de las veces es debilitar tanto nuestro amor como nuestras energías.
   Cuando actuamos en función de lo que amamos estamos desarrollando y activando nuestro hemisferio derecho del cerebro, el creativo, el que nos permite crecer y adaptarnos a la vida en todo momento, tal y como ocurre, no tal y como pensamos que debería ocurrir. Nos ponemos entonces en contacto directo con nuestro corazón, con la esencia de la vida en nosotros y es entonces cuando dejamos y permitimos que la vida que nos alienta actúe a través de nosotros, sin noción de esfuerzo.
   Cuando actuamos a través de lo que nos imponemos, estamos funcionando desde nuestro hemisferio izquierdo, hecho de normas y de reglas, lo que conocemos como actuar desde la cabeza o "con cabeza", ese conjunto de normas y de reglas aprendidas para sobrevivir o para "caer bien" (si "caigo mal" temo hacerme daño), y eso me mantiene en niveles de energía, vibracionales, de baja frecuencia, relacionados con la auto-preservación y el miedo (a "caer mal"), en lugar de mantenerme en las frecuencias más elevadas del amor, que es la entrega de la vida en mí, esa entrega, regalo, ofrenda, que se me da cada día para que siga viviendo...y aprendiendo a amar: a vivir de acuerdo con la esencia y la energía de la vida en mí".
   Si llegas a amar lo que haces, amarás mucho más y entonces ya no te importará la respuesta que puedas recibir. Esa es una vieja regla, que nos acerca al SABER VIVIR o, lo que lo mismo, eliminar el sufrimiento.
   Los talleres que empiezo el sábado 11, a las diez de la mañana, en el Centro Equilibri de Castellón, C/ Moncada, 13 2º 4ª tienen como propósito el que te aproximes a esa sabiduría de la vida, para hacerla más satisfactoria, aunque las cosas NO cambien (de hecho, cambian cuando tú cambias). Espero que te animes. A pesar de mis limitaciones, soy humano, te puedo asegurar que estoy trabajando muy duro EN LO QUE AMO para hacer que sean lo más ricos y efectivos posible.
   ¿La mejor manera de vivir la vida?. Hacer todo lo que esté en nuestra mano, con todo el amor del que se sea capaz, para aliviar la pena de los demás. Sólo eso es crecer. (CRECER: EXPANDIRSE)


Carlos (maestro y amigo)


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