¿SABEMOS
VIVIR?
Lo cierto y evidente es que vivimos.
Pero la pregunta es: ¿disfrutamos de nuestra vida?. Creo que para disfrutar
ENTERAMENTE de nuestra vida tenemos que llegar a considerarla un arte antes que
una ciencia, es decir, amar su belleza y su milagro, aunque la ciencia sea
necesaria para aprender a convertirla en un arte que aprecie esa belleza. Viene
a mi memoria el tío Vicente que allá en el pueblo de mi madre, muy cerca ya de
los cien años, representaba una compañía encantadora, por su profunda sabiduría
de vida, con palabras sencillas, pero repletas de vida. No tenía coche, ni
ordenador, ni teléfono, ni electrodomésticos, ni había tenido nunca un sueldo
fijo, pero con todo y con eso habían levantado, él y la tía Teodora, puro
milagro de la vida, una familia de cinco hijos, todos ellos buenas personas.
Tal vez
pensando en él, tal vez pensando en lo que de veras nos hace felices, se me ha
ocurrido escribir esto:
"Haciendo aquello que amamos, potenciamos nuestro amor y nuestra
energía. Haciendo lo que nos "im-ponemos" (nos ponemos dentro, desde
nuestras ideas de lo "que debe ser"), lo que "tenemos que"
hacer lo que conseguimos la mayor parte de las veces es debilitar tanto nuestro
amor como nuestras energías.
Cuando
actuamos en función de lo que amamos estamos desarrollando y activando nuestro
hemisferio derecho del cerebro, el creativo, el que nos permite crecer y
adaptarnos a la vida en todo momento, tal y como ocurre, no tal y como pensamos
que debería ocurrir. Nos ponemos entonces en contacto directo con nuestro
corazón, con la esencia de la vida en nosotros y es entonces cuando dejamos y
permitimos que la vida que nos alienta actúe a través de nosotros, sin noción
de esfuerzo.
Cuando
actuamos a través de lo que nos imponemos, estamos funcionando desde nuestro
hemisferio izquierdo, hecho de normas y de reglas, lo que conocemos como actuar
desde la cabeza o "con cabeza", ese conjunto de normas y de reglas
aprendidas para sobrevivir o para "caer bien" (si "caigo
mal" temo hacerme daño), y eso me mantiene en niveles de energía,
vibracionales, de baja frecuencia, relacionados con la auto-preservación y el
miedo (a "caer mal"), en lugar de mantenerme en las frecuencias más
elevadas del amor, que es la entrega de la vida en mí, esa entrega, regalo,
ofrenda, que se me da cada día para que siga viviendo...y aprendiendo a amar: a
vivir de acuerdo con la esencia y la energía de la vida en mí".
Si llegas a
amar lo que haces, amarás mucho más y entonces ya no te importará la respuesta
que puedas recibir. Esa es una vieja regla, que nos acerca al SABER VIVIR o, lo
que lo mismo, eliminar el sufrimiento.
Los
talleres que empiezo el sábado 11, a las diez de la mañana, en el Centro
Equilibri de Castellón, C/ Moncada, 13 2º 4ª tienen como propósito el que te
aproximes a esa sabiduría de la vida, para hacerla más satisfactoria, aunque
las cosas NO cambien (de hecho, cambian cuando tú cambias). Espero que te
animes. A pesar de mis limitaciones, soy humano, te puedo asegurar que estoy
trabajando muy duro EN LO QUE AMO para hacer que sean lo más ricos y efectivos
posible.
¿La mejor
manera de vivir la vida?. Hacer todo lo que esté en nuestra mano, con todo el
amor del que se sea capaz, para aliviar la pena de los demás. Sólo eso es
crecer. (CRECER: EXPANDIRSE)
Carlos
(maestro y amigo)
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